La Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de Salud ha emitido un aviso de salud en respuesta a las altas temperaturas que se esperan en Gran Canaria entre el 3 y el 5 de julio.

Esta alerta se activa en el marco del Plan de vigilancia y prevención de los efectos del calor sobre la salud, un conjunto de directrices diseñado para mitigar los riesgos asociados con el aumento de las temperaturas, especialmente en las personas más vulnerables.

En particular, desde el jueves se ha establecido un aviso naranja en áreas como Mogán, San Bartolomé de Tirajana y Santa Lucía de Tirajana, donde se prevé un riesgo moderado para la salud pública.

Además, se anticipa que este sábado algunos municipios de Tenerife, incluyendo La Orotava, Vilaflor, San Miguel de Abona y Granadilla de Abona, también experimenten temperaturas que superen los límites críticos.

Este plan está dirigido a toda la población, con un enfoque especial en grupos de riesgo como los ancianos, los niños y aquellos que padecen enfermedades crónicas, que son más propensos a sufrir las consecuencias del calor extremo.

La Dirección General de Salud Pública ha implementado un sistema de vigilancia epidemiológica que permite evaluar el impacto de las altas temperaturas en la salud, en estrecha colaboración con los centros de salud y las unidades de urgencias de la región. También se asegura de que los ayuntamientos sean informados adecuadamente sobre las condiciones de alerta.

Todas las instalaciones hospitalarias y el Servicio de Urgencias Canario (SUC) han designado personal específicamente capacitado para gestionar la situación y optimizar la coordinación ante una potencial ola de calor, asegurando que existan canales de comunicación efectivos.

Además, Salud Pública ofrece a la ciudadanía recomendaciones y consejos prácticos para reducir al mínimo los efectos negativos de la exposición a altas temperaturas, promoviendo así la salud y el bienestar de todos.