Propuestas del Gobierno canario para combatir la sequía con cambios legislativos.
En la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, ha planteado la necesidad de realizar cambios legislativos para hacer frente a la sequía que afecta al archipiélago. Esta sequía ha provocado que islas como Tenerife registren un 45% menos de agua.
En una comisión parlamentaria, el consejero respondió a una pregunta del portavoz del Grupo Nacionalista Canario, Francisco Linares, sobre los planes del Gobierno de Canarias en 2024 para resolver la escasez de agua de riego en Tenerife.
Narvay Quintero anunció la convocatoria de la Mesa de la Sequía para el próximo 11 de marzo, presidida por el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, y con la participación de la Federación Canaria de Municipios, los Cabildos y las principales organizaciones agrarias.
Después de esta reunión, se llevará a cabo una segunda Mesa con representantes de los grupos parlamentarios para discutir posibles modificaciones legislativas ante la nueva situación del agua, como la modificación de la Ley de Aguas.
El consejero destacó que se invertirán más de 70 millones de euros en el sector agrícola hasta 2027, pero enfatizó que lo crucial es que los proyectos hidráulicos cuenten con la aprobación necesaria para su ejecución.
En Tenerife, se mencionaron proyectos como la modernización de regadíos en el noreste, la ampliación de aguas regeneradas en Valle de Guerra, redes de riego en Güímar y un plan de subvenciones para agua de riego por 13 millones de euros este año.
El portavoz del Grupo Nacionalista Canario, Francisco Linares, calificó la sequía en Tenerife como "realmente grave", señalando la escasez de agua de riego y los embalses en mínimos históricos. Propuso un plan complementario para garantizar el abastecimiento de agua, evitar fugas, impulsar desaladoras portátiles, campañas de concienciación y la creación de una 'Mesa de la Sequía'.
Linares advirtió sobre el riesgo de perder la agricultura a corto plazo si no se toman medidas urgentes ante la escasez hídrica en Tenerife, agravada por el último incendio forestal.