El pasado viernes, siete vuelos internacionales que tenían como destino el Aeropuerto de Gran Canaria se vieron obligados a redirigirse hacia el Aeropuerto de Fuerteventura debido a inclemencias meteorológicas significativas.

Los aviones que experimentaron estas alteraciones en su trayectoria procedían principalmente de Alemania, con cinco vuelos correspondientes a diferentes ciudades, incluyendo uno de Hamburgo y dos de Frankfurt. También se registró un vuelo proveniente de Marrakech, Marruecos, y otro de Londres, de acuerdo con información proporcionada por Aena a Europa Press.

La razón detrás de este desvío fue la presencia de cizalladuras en la aproximación al Aeropuerto de Gran Canaria, lo que representa un riesgo para la seguridad en esas condiciones. Sin embargo, a medida que avanzaba la tarde y la noche del viernes, se logró que cinco de los siete vuelos finalmente aterrizaran en su destino original en Gran Canaria.