En Las Palmas de Gran Canaria, el 24 de julio, se han llevado a cabo jornadas técnicas para analizar las causas del ahogamiento, justo un día antes de conmemorarse el Día Mundial para la Prevención del Ahogamiento. Expertos en la materia han expuesto que la falta de atención, la búsqueda del riesgo y el incumplimiento de normas son factores clave que contribuyen a estas tragedias acuáticas.
Un dato revelador presentado durante el evento muestra que aproximadamente el 80% de los ahogados son hombres. Esta tendencia de género se atribuye a comportamientos arriesgados, un exceso de osadía y el consumo de alcohol y alimentos antes de entrar al agua, características que se discuten ampliamente en las jornadas organizadas por la asociación 'Canarias, 1.500 km de costa'.
José Palacios, presidente de la asociación que gestiona la Bandera Azul, enfatizó que el verdadero salvavidas en este contexto es la educación. Palacios resaltó el impacto positivo de organizaciones como la que dirige Sebastián Quintana, afirmando que sin su intervención, las cifras de ahogamientos podrían ser el doble.
Se presentaron cinco factores determinantes que explican la mayoría de los casos de ahogamiento: ser varón, la falta de supervisión en menores, nadar solo, buscar aventuras de manera imprudente y no seguir las indicaciones de seguridad. De estos, el factor de ser hombre se destacó como el más crítico, con datos que indican que la mayoría de los fallecidos en estas circunstancias son varones que suelen involucrarse en comportamientos de riesgo.
Palacios también subrayó que el 100% de los menores que han perdido la vida en el agua estaban desatendidos, participando en actividades ajenas a su seguridad. Esta falta de supervisión adulta se ha identificado como una de las principales causas de accidentes trágicos entre los más jóvenes.
Además, se mencionó la peligrosa tendencia de entrar al agua de manera independiente, lo que puede agravar las situaciones de emergencia, incluso para aquellos que son expertos nadadores. La sed de aventuras también se mencionó como un contribuyente significativo a estos incidentes, además de la falta de respeto por las normas de seguridad establecidas por los profesionales del sector.
Desde 2017, la asociación ha promovido la instalación de desfibriladores en todas las playas con Bandera Azul, lo que ha permitido salvar 584 vidas. La mejora en los servicios de primeros auxilios ha dado como resultado que solo un pequeño porcentaje de incidentes requiera atención hospitalaria, lo que demuestra que la prevención es la mejor inversión.
Carlos Martín, subdirector general de Emergencias del Gobierno de Canarias, reafirmó que el ahogamiento es una de las principales causas de accidentes prevenibles tanto a nivel local como en el ámbito global, solicitando mayor concienciación y responsabilidad entre la población.
Por su parte, Pablo Rodríguez, director de la presidencia del Cabildo de Gran Canaria, argumentó que, si bien las instituciones están haciendo su parte, cada individuo debe asumir su responsabilidad al respecto, promoviendo una cultura de respeto y cuidado en el entorno acuático.
Julio Texeira, rescatador y divulgador de Uruguay, complementó que más allá de la inversión económica, cada espacio acuático necesita contar con los recursos adecuados. Sin embargo, lo esencial sigue siendo la educación y la prevención en el uso del agua, tales como conocer las condiciones del medio y saber cómo reaccionar en situaciones críticas.
A medida que avanza la conversación sobre la prevención de ahogamientos, se hace evidente que es crucial cambiar la narrativa. Dejar atrás el enfoque solamente en el ahogamiento y fomentar una cultura de disfrute seguro del agua, con más preparación y capacitación para quienes se aventuran en ella, es el camino a seguir.
Javier Martín del Gaiso, divulgador de la Universidad Atlántida, se unió al llamado por una mayor educación y responsabilidad tanto a nivel individual como en políticas públicas relacionadas con la seguridad acuática, subrayando la labor crucial que realizan iniciativas como la asociación canaria.
Por último, Sebastián Quintana hizo un llamado a la conciencia colectiva sobre los peligros del agua y la importancia de la formación. Abogó por una mayor preparación en materia de seguridad acuática, tanto para la policía como para el público en general, quien muchas veces carece de la educación necesaria para navegar estos riesgos con seguridad.
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