La sociedad canaria se reunió este miércoles para rendir homenaje a Manuel Hermoso, el expresidente regional que dejó una huella imborrable en el Archipiélago. Durante una emotiva ceremonia en la iglesia de La Concepción en Santa Cruz de Tenerife, el obispo Eloy Santiago condujo un funeral que celebró la vida y el legado de un líder que muchos consideran un verdadero gigante de la política local.

El ambiente era de profunda solemnidad cuando el féretro de Hermoso fue trasladado desde la sede de Presidencia del Gobierno, donde se había habilitado una capilla ardiente. Acompañado por su familia, un nutrido grupo de políticos y representantes de diversas instituciones se dio cita para despedir a este influyente mandatario, entre ellos, el presidente canario, Fernando Clavijo, y el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres.

Hermoso, quien sirvió como alcalde de Santa Cruz de Tenerife durante doce años antes de convertirse en presidente de Canarias, fue recordado por su carácter accesible y su habilidad para el diálogo. La vicepresidenta del Parlamento, Ana Oramas, quien se definió como una de sus discípulas, pronunció un conmovedor discurso en el que resaltó su "mirada limpia" y su compromiso inquebrantable con el bienestar del pueblo canario.

Oramas enfatizó que Hermoso "supo convertir los sueños de todo un pueblo" en realidades tangibles, tanto para Santa Cruz como para el conjunto del archipiélago. Resaltó su humildad y su enfoque en la política como un espacio para el entendimiento y el consenso, y destacó su capacidad para "construir puentes desde la discrepancia", un valor esencial en estos tiempos de división.

La vicepresidenta del Parlamento recordó que Hermoso anhelaba una Canarias fuerte y unida, no solo entre sus islas sino también dentro de un contexto europeo más amplio. Su respeto hacia los adversarios y su búsqueda del diálogo son, según Oramas, legados que perdurarán más allá de su tiempo en la política.

Varias voces se unieron a la celebración de su vida y legado, incluyendo al ministro Torres, quien reconoció la notable influencia que Hermoso tuvo en la transformación de Santa Cruz y en el desarrollo de Canarias. Habló de él como un hombre cercano y amigable, siempre dispuesto a aprender de los demás, independientemente de las diferencias ideológicas que pudieran existir.

Rosa Dávila, presidenta del Cabildo de Tenerife, también rindió tributo a Hermoso, llamándolo el “gran ingeniero del nacionalismo en Canarias”, y subrayando su compromiso con el bienestar de cada canario. Según Dávila, su experiencia en la política municipal lo convirtió en una figura integral en la defensa de las singularidades canarias ante los organismos europeos.

La presidenta del Parlamento, Astrid Pérez, lamentó la pérdida de un político que trabajó incansablemente por el consenso y el desarrollo de una autonomía contemporánea. "Se nos ha ido uno de los grandes políticos de Canarias", afirmó, resaltando su papel crucial en la historia política del Archipiélago.

El impacto de Hermoso se sintió en todos los rincones de la política canaria, y mensajes de condolencia también llegaron de la Casa Real, el Congreso y el Senado. El presidente Clavijo lo describió como una figura "determinante" en el desarrollo del nacionalismo canario y un artífice en el posicionamiento de Canarias dentro del Estado y en la Unión Europea.

Finalmente, Clavijo expresó la tristeza de despedir a alguien que dedicó su vida al progreso de su tierra, dejando un legado de amor y dedicación en cada ciudadano. Mensajes de cariño y respeto inundaron las redes sociales, reafirmando que Manuel Hermoso será recordado como un líder visionario y un querido amigo.