En la tarde del 11 de abril, un complicado suceso tuvo lugar en Telde, Gran Canaria, donde dos agentes y un inspector de la Policía Nacional requirieron asistencia urgente tras sufrir intoxicación por inhalación de humo. Este incidente se produjo mientras intentaban rescatar a varios vecinos atrapados en un edificio en el barrio de Jinamar, a raíz de un incendio que, según las autoridades, fue intencionado y se originó en un trastero en la planta baja.

De acuerdo con un comunicado de la Policía Nacional, el evento ocurrió el jueves cuando un equipo de policías, que estaba realizando tareas de prevención de delitos, recibió una alerta de la sala operativa CIMACC del 091. Se les pidió que se dirigieran a un bloque de apartamentos donde se había declarado un incendio y existía la posibilidad de que hubiera personas en peligro dentro.

Al llegar al lugar, los agentes se comunicaron con testigos y residentes en las cercanías, quienes les informaron que en los pisos superiores había personas de edad avanzada y con movilidad reducida necesitando ayuda. Esta situación llevó a los oficiales a decidir entrar en el edificio, tomando todas las precauciones posibles a pesar de la escasa visibilidad por el denso humo que inundaba los pasillos.

A pesar de su valentía, el rápido avance de las llamas hizo imposible llevar a cabo el desalojo de los atrapados, obligando a los policías a refugiarse en la última planta, resguardándose junto a una ventana que daba a un patio. Desde allí, lograron comunicarse con los vecinos, brindando consejos sobre cómo protegerse, como usar toallas mojadas para sellar las puertas y buscar la habitación más alejada del fuego hasta que llegaran los bomberos.

La llegada del equipo de extinción de incendios fue crucial, permitiendo el rescate tanto de los agentes como de los residentes atrapados sin que se registraran pérdidas de vidas. Tras extinguir el fuego, los bomberos realizaron una evaluación y descubrieron que el incendio había sido provocado deliberadamente, lo que llevó a la Policía Nacional a iniciar una investigación para identificar al responsable o responsables de este peligroso acto.