En Canarias, la lucha contra la pobreza y la exclusión social sigue siendo un desafío importante, con el 33,8% de la población en riesgo de pobreza y/o exclusión social. Esto coloca a la región como la segunda comunidad autónoma con mayor proporción de personas en esta situación, solo por detrás de Andalucía. Con aproximadamente 750.000 personas afectadas, Canarias tendría la tasa más alta de pobreza en toda Europa si fuera un país de la UE, superando a naciones como Rumanía o Bulgaria.

Aunque ha habido una ligera mejora de 2,4 puntos porcentuales en comparación con 2022, la reducción de este indicador se considera "muy lenta e insuficiente". A pesar de ser el tercer año consecutivo de disminución, Canarias todavía está lejos de la tasa AROPE a nivel estatal, que se sitúa en 26,5%.

El impacto del aumento de los costos de vida es evidente, con casi el 65% de la población canaria (alrededor de 1,4 millones de personas) enfrentando dificultades para llegar a fin de mes, un aumento del 4,1% en comparación con el año anterior.

Estos datos plantean un desafío para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030, que busca reducir a la mitad el número de personas en situación de pobreza y exclusión social. El informe 'El estado de la pobreza. Seguimiento de los indicadores de la Agenda UE 2030. 2015-2022. Canarias' resalta la necesidad de medidas integrales y a largo plazo para abordar esta problemática de manera efectiva.

A pesar de que Canarias ha logrado reducir la tasa de riesgo de pobreza, la pobreza severa y la carencia material y social severa, aún existen desafíos significativos. La disparidad de género en la pobreza sigue siendo un problema estructural, con el 35,2% de las mujeres en situación de pobreza y/o exclusión social en comparación con el 32,4% de los hombres.

La infancia también enfrenta cifras alarmantes, con alrededor del 44,5% de los niños, niñas y adolescentes en Canarias en riesgo de pobreza. Además, la población en zonas rurales tiene una tasa de pobreza del 30,8%, mientras que en los entornos urbanos desciende al 25,9%.

En términos de pobreza energética, Canarias también se enfrenta a desafíos significativos, con un gran número de personas teniendo dificultades para hacer frente a gastos imprevistos y mantener la vivienda a una temperatura adecuada. Esto destaca la importancia de políticas integrales y acciones concretas para abordar estas problemáticas de manera efectiva y sostenible.