Habitantes de Las Palmas claman por frenar los abusos de la cadena hotelera que intenta apoderarse forzosamente de una vermutería local.

Los trabajadores iniciaron la demolición de un muro medianero, se introdujeron con una plancha de hierro y tapiaron el acceso al local, comenzando a desmantelar el suelo del establecimiento.
En Las Palmas de Gran Canaria, el pasado 23 de septiembre, un grupo de casi un centenar de residentes de La Isleta se reunió para expresar su enérgica protesta contra lo que califican como un "abuso" hacia la dueña de la vermutería Valentina. Este acto de resistencia surge ante el intento de una empresa promotora de hotel de apoderarse de parte del local por la fuerza.
Cientouno Group, la empresa en cuestión, desmanteló la semana pasada un muro medianero que permitía el acceso a uno de los baños de la vermutería. Posteriormente, taparon con una plancha de acero la entrada desde el establecimiento y comenzaron a destruir el suelo.
A pesar de los esfuerzos de los propietarios del local, quienes lograron restablecer el muro dañando, su preocupación aumenta ante la posibilidad de que la empresa hotelera vuelva a actuar, ya que esta es la tercera ocasión en que se ataca este muro, y las obras continúan avanzando peligrosamente hacia el techo del baño.
Los gritos de apoyo resonaban en el aire: “¡no más abusos, todos con Laly!”, mientras los asistentes se unían en solidaridad con Laly Rodríguez, la dueña del local y vecina del barrio, quien previamente había gestionado una popular tienda de ropa en el mismo lugar.
Rodríguez, con más de 50 años de historia en su local, destacó a los medios lo injusto de la situación, denunciando que este empresario intenta eliminar parte de su propiedad a través de acciones que deberían ser juzgadas legalmente.
Hasta el momento, la única resolución judicial sobre el caso ha sido la negativa a la suspensión cautelar de la obra, ya que supuestos procedimientos de seguridad no lograron ser probados. La sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, permitió que las obras proseguieran ya que la empresa argumentó que el trabajo en esa zona había concluido sin generar más daños.
En medio de un tratamiento contra el cáncer, Laly no pudo contener las lágrimas al recibir el apoyo de sus vecinos, un momento profundamente emotivo que subraya el impacto de esta situación en la comunidad.
La controversia ha ganado atención mediática desde la semana pasada, pero el problema se ha prolongado durante casi tres meses, lo que ha impedido la apertura del Valentina, no solo por el conflicto del baño, sino también debido a un corte de suministro eléctrico en el establecimiento, ya que el contador del edificio se encontraba en lo que solía ser un área común.
Algunos medios nacionales han apodado este dilema como "la disputa de los 4 metros", aludiendo a la pequeña superficie del baño, que apenas alcanza los 4,25 metros cuadrados.
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