Científicos de Loro Parque y la ULPGC analizan el comportamiento de 169 mantelinas en Canarias utilizando tecnología acústica.

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 20 de octubre. En las aguas de Gran Canaria y Tenerife, se ha llevado a cabo una ambiciosa iniciativa que marcó a 23 ejemplares de manta raya en las últimas semanas, como parte de la segunda fase del innovador proyecto CanBIO. Este esfuerzo busca monitorizar y determinar las áreas críticas para esta especie que enfrenta una grave amenaza de desaparición, según la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La reciente campaña es la segunda de este año y es conducida por un equipo de investigadores del Instituto Universitario de Acuicultura y Ecosistemas Marinos (IU-ECOAQUA) perteneciente a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Este proyecto que lleva en curso siete años, cuenta con la colaboración del Gobierno de Canarias y la Fundación Loro Parque, que cofinancia su desarrollo.
Con la reciente adición, ya son 169 las mantelinas marcadas a lo largo de todo el proyecto CanBIO. Esta colaboración científica mejorará significativamente el entendimiento y las estrategias de conservación para estas y otras especies que se ven afectadas por el cambio climático.
Los investigadores han implementado un sistema de marcaje acústico que permite seguir a la raya mariposa (Gymnura altavela) de forma individual. Las señales son captadas por estaciones fijas y sistemas instalados en embarcaciones, facilitando el rastreo de los ejemplares en gran medida, según un comunicado de Loro Parque.
Los equipos de Poema del Mar y Loro Parque, en conjunto con investigadores de la ULPGC, han desarrollado un proceso biológico mínimamente invasivo que incluye la medición, el pesaje y ecografías para verificar el estado de gestación de los animales. Además, realizan biopsias que proporcionan datos genéticos necesarios para el marcaje acústico.
La experiencia de los científicos en estas entidades asegura que los procedimientos se realicen rápidamente y con el menor estrés posible para las rayas, completándose en menos de ocho minutos. Según el director de Biología de Poema del Mar, Ángel Curros, el trabajo con esta especie en un entorno controlado ayuda a reducir el estrés y el riesgo asociados con el proceso.
Esta proyecto adquiere gran relevancia porque las aguas del archipiélago canario son consideradas uno de los últimos refugios para esta especie. Gracias a las campañas de marcaje acústico, se espera profundizar en el conocimiento de su biología, ecología, distribución poblacional y migraciones, lo cual es fundamental para sus esfuerzos de conservación. El doctor David Jiménez Alvarado, investigador de la ULPGC y coordinador del subproyecto, enfatiza la responsabilidad de investigar y preservar esta especie en los mares canarios.
La actividad se enmarca dentro de BioMAR, una iniciativa del Proyecto CanBIO enfocada en mejorar el conocimiento sobre las poblaciones de especies marinas críticamente amenazadas. Jiménez Alvarado destacó que los dispositivos acústicos, que funcionan a 69 kHz, permiten identificar a los individuos a distancias considerables, aproximándose al funcionamiento de las ondas de radio.
El investigador también explicó que al aumentar el número de receptores, se podrá obtener información más detallada sobre el comportamiento y los hábitats de la manta raya a medida que avanza el estudio.
En esta nueva campaña, los marcajes se llevaron a cabo en Los Cristianos, donde se marcaron 12 ejemplares, y en la playa de Pasito Blanco en Gran Canaria, donde se registraron 11. Tras la finalización del marcaje, investigadores del Instituto Universitario SIANI y técnicos del Servicio Integral de Tecnología Marina (SITMA) realizarán próximamente estudios con vehículos autónomos, como el velero A-Tirma y planeadores submarinos, para obtener una visión más precisa del tamaño de las poblaciones de manta raya y su dinámica en el archipiélago.
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