Agentes de la Policía Nacional y del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria han interceptado una embarcación que transportaba más de seis toneladas de hachís al sur de las Islas Canarias. Además, ha sido desmantelada una organización internacional que tenía su centro de operaciones en la provincia de Alicante.

La policía ha detenido a cinco personas, incluyendo al máximo responsable de esta red internacional dedicada al tráfico de drogas y al blanqueo de capitales. Este individuo estaba huyendo de las autoridades alemanas y se le solicitan 15 años de prisión.

En el marco de esta operación, se llevaron a cabo seis entradas y registros en diferentes localidades de las provincias de Alicante, Murcia, Las Palmas y Madrid. Durante estos registros, se incautaron numerosos teléfonos móviles y satelitales, documentación relacionada con las embarcaciones utilizadas por la organización, más de 35.000 euros en efectivo, dos embarcaciones y un vehículo.

En otra acción policial simultánea, los agentes lograron desmantelar un laboratorio clandestino de diseño de drogas, ubicado en una nave industrial en una localidad murciana.

La investigación se inició en 2020 cuando la Brigada Central de Estupefacientes detectó la presencia de un velero sospechoso de dedicarse al narcotráfico en Lanzarote. A partir de ahí, se establecieron posibles conexiones internacionales y se sospechó que se trataba de una organización criminal holandesa.

La colaboración entre las autoridades policiales de diferentes países fue fundamental para el éxito de esta operación. Participaron la Policía Judiciaria de Portugal, la Policía de Suecia a través de su Agregado de Interior de Países Nórdicos en España, la Policía de Holanda a través de su Agregado de Interior en España, las autoridades aduaneras francesas (DNRD) y el Centro de Análisis y Operaciones Marítimas (MAOC) con sede en Lisboa (Portugal).

La organización holandesa utilizaba una localidad en Alicante como centro de operaciones, liderada por un importante narcotraficante con conexiones internacionales que le permitían transportar grandes cantidades de droga entre países europeos.

Los criminales operaban con fuertes medidas de seguridad y contaban con un modus operandi muy sofisticado, desplazándose entre diferentes países para llevar a cabo sus actividades y dificultando así la labor policial.

Tras varios meses de investigación, los agentes descubrieron que la organización se preparaba para una travesía por el Océano Atlántico. Ante la sospecha de que esta travesía involucrara sustancias estupefacientes, los agentes decidieron interceptar la embarcación al sur de las Islas Canarias. En su interior encontraron 6.044 kilos de hachís distribuidos en 169 fardos y detuvieron a los dos tripulantes.

Además, durante el registro de una nave en Murcia, los agentes localizaron y desmantelaron un laboratorio clandestino de diseño de drogas sintéticas. Encontraron una gran cantidad de sustancias utilizadas para elaborar pastillas y maquinaria industrial para la producción y el conteo de comprimidos.

Por último, en uno de los registros realizados en el domicilio de uno de los detenidos en Alicante, la policía confiscó pequeñas cantidades de tusi (cocaína rosa), hachís, marihuana y cristal, además de utensilios utilizados para su distribución al menudeo.