Un estudio elaborado por la Comisión de Alergia y Cambio Climático de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) señala la estrecha relación entre las enfermedades alérgicas y el cambio climático. El estudio advierte de sintomatologías más agresivas debido a cambios en la proteína del pino a raíz de la contaminación y gases tóxicos generados por la erupción volcánica en La Palma.
El director Javier Montoro, coordinador de la Comisión de Alergia y Cambio Climático y director del estudio, explica que " el impacto ambiental es lo que convierte a los pólenes en sustancias más agresivas desde el punto de vista alérgico". El polen es un medio de reproducción, y si hay algo que pueda alterar ese medio, la planta elabora mecanismos defensivos para crear una mayor resistencia polínica y poder seguir reproduciéndose.
Comenta que "las proteínas modificadas para hacerse más resistentes son las que al paciente alérgico le hacen más daño en sus vías respiratorias causándole rinitis y asma más intensos por el polen que respiran". Sin embargo, el último punto "aún no puede cuantificarse por el poco tiempo de exposición a estas nuevas proteínas en el caso del volcán".
El estudio se completó con el análisis realizado por el doctor Fernando Pineda (Laboratorios Inmunotek) que incluyó un estudio cuantitativo por SDS-PAGE y cualitativo por espectrometría de masas (LC-ESI-MS/MS) de las muestras seleccionadas (afectadas por los contaminantes del volcán y no afectadas) confirmando un evidente aumento del número de bandas en la muestra afectada por el volcán, es decir, más proteínas.
La contaminación por sí misma inflama el epitelio respiratorio, señala Montoro, que apunta también que los contaminantes ambientales--material particulado, dióxidos de nitrógeno y azufre, ozono--también actúan directamente en la vía respiratoria produciendo una inflamación similar a la producida por los alérgenos, lo que en un alérgico hay una "doble vía" potencial de producción de enfermedad.
El trabajo de campo, realizado por la doctora Zulay Almeida (Hospital Universitario de La Palma), se centró en la recogida de muestras de pino canario tanto afectado por contaminantes del volcán como no afectado. El alergólogo afirma que los resultados son extrapolables a otras especies, como las gramíneas, ya que se trata de una reacción ante cambios ambientales adversos, común en todo el mundo vegetal.
"Hemos cogido el polen sencillo, no porque sea un polen muy alergénico en la población, sino como muestra rápida de lo que queremos demostrar, que la contaminación modifica la composición proteica", señala.
El siguiente paso para la Comisión es continuar con su labor de investigación en otras especies generadoras de alergias, siguiendo la línea ya marcada. "Necesitamos investigar el impacto de los distintos contaminantes en más tipos de pólenes productores de alergia y describir qué proteínas modifica y su impacto en la rinitis y el asma", comentan desde la Comisión de Alergia y Cambio Climático de la SEAIC.
Destacan la existencia de más estudios realizados por alergólogos españoles, al que se une este, que prueban el impacto ambiental en la expresión genética de las proteínas de los pólenes, cumpliendo así con el objetivo general de la investigación.
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