En un trágico suceso que ha conmocionado a la comunidad de Tegueste, Tenerife, la Guardia Civil ha logrado identificar al presunto responsable de la brutal muerte de un perro, cuyo cuerpo fue hallado decapitado. Este acto de violencia ha llevado a las autoridades a investigar al individuo por un serio delito de maltrato animal, como se anunció en una comunicación emitida el pasado viernes.

El dueño del animal, tras descubrir la desgarradora escena frente a su hogar, no dudó en acudir a la Guardia Civil para presentar una denuncia. La cabeza del perro fue encontrada en el umbral de su entrada, lo que evidenció la atrocidad del crimen y motivó una investigación exhaustiva por parte de las autoridades.

En el curso de la investigación, se reveló que la colaboración entre los agentes del Puesto Principal de Tacoronte y los especialistas del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) fue fundamental. Los efectivos de seguridad trabajaron juntos para reunir evidencias y testimonios, lo que permitió dar con el paradero del animal y reunir las pruebas necesarias para avanzar en el caso.

Gracias a la coordinación de esfuerzos y la utilización de informes técnicos especializados, la identificación del sospechoso se logró de manera eficaz. Las actuaciones realizadas han sido sometidas a la atención del Juzgado de Instrucción de Guardia, ubicado en San Cristóbal de La Laguna, que ahora llevará adelante el proceso judicial correspondiente.

De acuerdo con el artículo 340 bis del Código Penal, aquellos que causen la muerte a un animal doméstico a través de cualquier método serán enfrentados a penas de prisión que oscilan entre doce y veinticuatro meses. Además, las repercusiones legales podrían incluir una inhabilitación de entre dos y cuatro años, impidiendo al condenado trabajar en profesiones que involucren la tenencia o cuidado de animales.

Este caso no solo subraya la importancia de la protección animal en nuestra sociedad, sino que también destaca la necesidad de endurecer las sanciones para quienes cometen actos de crueldad. Los castigos serán más severos si se comprueba que se utilizaron medios peligrosos que pongan en riesgo la vida o la salud del animal agredido.