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La conquista de las islas por los castellanos

La conquista de las islas por los castellanos

Las Islas Canarias son un archipiélago situado en el Océano Atlántico que cuenta con una gran riqueza y diversidad cultural, así como una historia de lo más interesante. En este artículo nos centraremos en uno de los acontecimientos históricos más importantes para las islas: la conquista de las mismas por parte de los castellanos.

Orígenes de la conquista

La conquista de las Islas Canarias empezó en el siglo XV, cuando los Reyes Católicos -Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón- se interesaron por el archipiélago. Desde entonces, varias expediciones se llevaron a cabo para intentar controlar las islas.

Los castellanos tenían varios motivos para querer conquistar las islas. En primer lugar, Canarias era un punto estratégico en el Atlántico que permitía el control del comercio marítimo con las colonias americanas. En segundo lugar, las islas eran ricas en recursos naturales como la caña de azúcar y los árboles de la especia llamada "drago". Por último, los castellanos tenían la intención de cristianizar a los habitantes de las islas, quienes practicaban una religión politeísta.

La conquista

La conquista de las islas fue llevada a cabo en varias fases, pero todas ellas estuvieron marcadas por la violencia. Los castellanos emplearon diversos métodos para imponerse a los aborígenes, como la esclavitud, el uso de armas de fuego y la propagación de enfermedades desconocidas para los isleños.

La primera isla en ser conquistada fue Lanzarote, en 1402. El jefe aborigen de la isla, Zonzamas, intentó resistirse a los castellanos, pero finalmente murió en una batalla contra ellos. A partir de este momento, los habitantes de la isla fueron sometidos a la autoridad castellana.

A medida que los castellanos avanzaban en su conquista, se encontraban con resistencia en cada isla a la que llegaban. En Gran Canaria, por ejemplo, los aborígenes se unieron bajo el mando del rey canariense Tenesor Semidán para luchar contra los castellanos. La lucha fue encarnizada y los castellanos tuvieron que emplear todas sus fuerzas para salir victoriosos. Finalmente, en 1483, Gran Canaria se rendía ante los castellanos.

El proceso de conquista se prolongó durante más de un siglo y se caracterizó por la crueldad y la violencia hacia los aborígenes. La población aborigen sufrió, además de las batallas y la esclavitud, la propagación de enfermedades como la viruela, que causaron muchas muertes.

Consecuencias de la conquista

La conquista de las Islas Canarias por parte de los castellanos tuvo varias consecuencias. En primer lugar, supuso el control del archipiélago por parte de los castellanos. A partir de entonces, las islas se convirtieron en una colonia española y fueron gobernadas desde la península. En segundo lugar, la conquista supuso la desaparición de la población aborigen. Los aborígenes fueron esclavizados, obligados a trabajar en las plantaciones y a practicar la religión católica, lo que provocó la desaparición de su cultura y su forma de vida.

Otra consecuencia importante de la conquista fue la introducción de nuevos cultivos y especies animales en las islas. Los castellanos introdujeron la caña de azúcar, el plátano y el vino, entre otros productos, y con ellos, nuevas técnicas agrícolas y ganaderas. Esto hizo posible el desarrollo económico de las islas y la creación de una sociedad de carácter más urbano.

La conquista en el presente

Hoy en día, la conquista de las Islas Canarias por parte de los castellanos es un hecho conocido y estudiado por historiadores y turistas que visitan las islas. Aunque este acontecimiento trajo consigo la desaparición de una cultura y una forma de vida, también dejó un legado importante en las islas, tanto en su arquitectura y su gastronomía como en su lengua y su cultura más actual.

Es importante mencionar que la población canaria actual no se siente identificada con la conquista y, por tanto, su relación con la historia de la misma es compleja. La historia de la conquista es, por tanto, uno de los capítulos más importantes de la historia de las Islas Canarias, pero también uno de los más polémicos e impactantes.