La Reserva Natural de las Dunas de Maspalomas, situada en el sur de Gran Canaria, es uno de los lugares más visitados de la isla por turistas y locales.
La Reserva Natural de las Dunas de Maspalomas protege una superficie de más de 400 hectáreas de dunas móviles que se extienden desde el Faro de Maspalomas hasta Playa del Inglés. Además de su valor estético, estas dunas son claves para la protección del ecosistema costero, del que dependen muchas especies de fauna y flora. De hecho, la Reserva fue declarada como tal en el año 1987 por su extraordinaria importancia ecológica y para proteger a las tortugas marinas que anidan en sus playas.
La protección de la Reserva es fundamental para garantizar su conservación a largo plazo, pero también para disfrutar de ella. El acceso a la Reserva está regulado, y se han establecido normas para la correcta utilización del espacio y para la preservación del ecosistema.
El paisaje de las Dunas de Maspalomas es impresionante, con sus enormes dunas de arena dorada que se mueven con el viento. La mejor forma de conocerlas es caminando por los senderos señalizados, que permiten adentrarse en la Reserva y disfrutar de su belleza. Desde los miradores situados en el paseo marítimo se pueden contemplar algunas de las vistas más espectaculares de la zona, especialmente al atardecer.
Pero la Reserva no es solo dunas de arena. En su interior se esconden lagunetas de agua salada, algunas de ellas permanentes y otras estacionales, que están rodeadas de vegetación. Entre las especies más representativas de la flora de la zona destacan los cardones, las tabaibas, los verodes y los tamarindos. Además, la Reserva es un lugar importante para la avifauna, ya que se pueden observar especies como la garza real, la avutarda, el cernícalo o el chorlitejo patinegro.
La Reserva Natural de las Dunas de Maspalomas es un lugar ideal para practicar senderismo, running, fotografía y observación de aves. También se pueden hacer rutas en bicicleta y paseos en camello. Sin embargo, la práctica de determinadas actividades, como el kitesurf o el uso de vehículos a motor, está prohibida en la Reserva.
La playa de Maspalomas es una de las más famosas de la isla, y está situada en la parte oeste de la Reserva. La playa tiene más de 5 kilómetros de longitud, y es famosa por su ambiente cosmopolita y sus dunas de arena. A lo largo de la playa se pueden encontrar restaurantes, bares y tiendas, así como servicios de alquiler de hamacas y sombrillas.
La Reserva Natural de las Dunas de Maspalomas es un lugar espectacular que merece la pena visitar. Sus dunas de arena, sus lagunetas y su biodiversidad son algunos de los atractivos que hacen de este espacio protegido uno de los más importantes de Gran Canaria. Es fundamental respetar la normativa para su correcta utilización y preservar este paraíso natural para las generaciones futuras.