En una acción que subraya el compromiso con la seguridad infantil, la Guardia Civil ha intervenido recientemente en un bazar ubicado en Granadilla de Abona, Tenerife, donde se procedió a la inmovilización de 431 juguetes que no cumplían con las regulaciones vigentes.

El cuerpo de seguridad, a través de sus unidades de Fiscal y Fronteras, se encuentra en una constante labor de vigilancia y prevención. En su reciente campaña navideña, han realizado inspecciones exhaustivas en diversos comercios, asegurándose de identificar y retirar aquellos productos que, por su falta de seguridad o por deficiencias en el etiquetado, no deberían estar a disposición del público consumidor.

En particular, en el bazar de Granadilla de Abona, los agentes encontraron que 102 de los juguetes en exhibición carecían del marcado CE, un distintivo esencial que garantiza que los productos cumplen con los estándares mínimos de seguridad establecidos por la Unión Europea. Esta falta de marcaje se traduce en un potencial riesgo para los niños, exponiéndolos a peligros como asfixias, intoxicaciones o lesiones diversas.

Además de la ausencia del marcado CE, otros juguetes fueron retirados debido a la falta de etiquetado o advertencias en castellano. Muchos de los productos no contaban ni con un nombre de referencia ni con información de contacto del fabricante, importador o distribuidor, lo que representa una violación significativa de las normativas vigentes.

Tras la intervención, la Guardia Civil notificó al propietario del establecimiento sobre varios incumplimientos al Real Decreto 1205/2011, que regula la seguridad de los juguetes en España. Las sanciones por estos incumplimientos pueden variar desde 150 hasta 10.000 euros, siendo la Dirección General de Comercio y Consumo de Canarias la encargada de aplicar estas multas.