En Santa Cruz de Tenerife, bajo la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, se estima que aproximadamente 2.400 menores migrantes no acompañados están matriculados en centros públicos de las islas, lo que representa menos de la mitad de los menores bajo tutela en la región.

El consejero de Educación, Poli Suárez, presentó estas cifras en una comisión parlamentaria, señalando que las dificultades para contabilizar estos casos se deben a la falta de etiquetas específicas en las bases de datos que identifiquen a estos alumnos como menores no acompañados.

Según Suárez, la mayoría de estos casos se encuentran en Educación Secundaria Obligatoria y en el ciclo formativo de Grado Básico, con una menor presencia en Educación Primaria. La prioridad es atender las necesidades educativas de estos jóvenes, especialmente en su aprendizaje del español.

Durante el curso pasado, la educación pública en Canarias brindó apoyo a unos 2.200 menores, la mayoría menores de 16 años, con un total de 1.886 horas de apoyo lingüístico, lo que representó un incremento de 787 horas en comparación con el año anterior.

El consejero también resaltó la importancia de adaptar contenidos educativos para aquellos menores que nunca han estado escolarizados, procedentes de zonas de África donde el acceso a la educación es limitado.

Asimismo, destacó la relevancia de brindar formación profesional a los jóvenes entre 16 y 18 años para que puedan integrarse y trabajar en territorio europeo.

En medio de estas labores, la inversión económica es fundamental, y el consejero enfatizó la necesidad de que otras comunidades autónomas y el Gobierno central compartan el esfuerzo financiero para acoger a estos menores y garantizar su educación.

Suárez solicitó más recursos económicos al Gobierno central, ya que los cinco millones de euros invertidos hasta ahora no son suficientes para atender la alta demanda.

Durante su intervención, el consejero elogió la carta enviada por alumnos de un instituto en El Sauzal (Tenerife), expresando su tristeza por el traslado de un compañero migrante a otra isla, destacando la solidaridad y el sentido de comunidad presentes en la región.

Por otro lado, Melodie Mendoza (ASG) resaltó la importancia de garantizar una adecuada integración de los menores migrantes, señalando la necesidad de más recursos para enseñarles el idioma y proporcionarles herramientas para su desarrollo personal.

En definitiva, la situación en Canarias pone de manifiesto la urgente necesidad de una mayor implicación y apoyo por parte del Gobierno estatal para asegurar el bienestar y la integración adecuada de estos menores, quienes merecen una atención justa y digna en su proceso de adaptación a la sociedad.