La secretaria general del Partido Popular, Cuca Gamarra, ha lanzado una advertencia clara a los aliados del PSOE, señalando que su apoyo a un Gobierno que se encuentra "acorralado por la corrupción" podría tener repercusiones negativas en el futuro. Gamarra subraya que les sería un grave error pensar que este respaldo no les pasará factura.
Además, Gamarra ha calificado de "inadmisible" la permanencia de Álvaro García Ortiz en el cargo de fiscal general del Estado, considerando que su situación es insostenible y que se encuentra a un paso de ser procesado. Estas declaraciones reflejan la creciente inquietud en torno a la transparencia y la integridad de las instituciones en España.
El PP ha decidido reactivar la comisión de investigación en el Senado sobre el denominado 'caso Koldo', insistiendo en que el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, debe comparecer nuevamente. Gamarra ha manifestado su firme convicción de que Torres, ahora como exministro, tiene mucho que aclarar respecto a informaciones que anteriormente había desmentido y que ahora han sido confirmadas.
En una reciente entrevista con Europa Press, Gamarra enfatizó que Torres debe rendir cuentas por sus acciones y las implicaciones de su gestión. Se cuestiona quién dentro del PSOE podría exigir su dimisión, insinuando que la falta de acción de figuras como Pedro Sánchez o el señor Cerdán podría indicar una preocupación por su propia posición en medio del creciente escándalo.
Las palabras de Gamarra se sustentan en recientes reportes de medios, que han revelado conversaciones sospechosas entre Torres y Koldo García, exasesor del exministro José Luis Ábalos, relacionadas con un pago controvertido por mascarillas. Este tipo de revelaciones alimenta la preocupación por la corrupción dentro del gobierno del PSOE, el cual ha sido vinculado a irregularidades en dos comunidades autónomas, incluyendo Canarias y Baleares.
Ante esta situación, Gamarra ha manifestado que el PP está abierto a más comparecencias en la comisión del Senado, asegurando que la cantidad de información proveniente de investigaciones periodísticas y judiciales aumenta día a día. Esto, a su juicio, obliga a muchos más a dar explicaciones sobre sus participación en la trama de corrupción.
En su discurso, Gamarra también ha anticipado que Pedro Sánchez finalmente tendrá que comparecer ante la comisión en el Senado, aunque no ha especificado una fecha. Sin embargo, ha dejado claro que es inevitable que la presión aumente sobre el presidente, dado el creciente número de ministros y otros altos funcionarios del PSOE que se ven envueltos en este escándalo.
Al ser consultada sobre el futuro de Sánchez, Gamarra ha dejado claro que lo que comenzó como 'caso Koldo' ha evolucionado a convertirse en un problema mayor que afecta directamente al PSOE y a su líder. La justicia, ha advertido, es implacable con aquellos que infringen la ley y el estado de derecho.
Gamarra también ha expresado su preocupación por el hecho de que los socios del PSOE podrían eventualmente distanciarse de Sánchez, ya que su supervivencia política está atada a la debilidad del gobierno. No obstante, les ha advertido que apoyar a un ejecutivo manchado por la corrupción podría llevarles a convertirse en cómplices de estos escándalos.
Finalmente, en un contexto donde el Tribunal Supremo está llevando a cabo investigaciones que tocan de cerca a la fiscalía, Gamarra ha sostenido que es inaceptable que el fiscal general continúe en su puesto mientras enfrenta una indagación judicial. Su permanencia, argumenta, perjudica la independencia e imparcialidad que debería caracterizar a la Fiscalía General del Estado, enfatizando que la justicia debe aplicarse de manera equitativa, sin excepciones para nadie, incluidos aquellos en altas esferas de poder.
La situación actual evidencia un deterioro en la calidad democrática del país, enfatizando la creciente necesidad de rendición de cuentas en todos los niveles del gobierno español.
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