En un acto reciente celebrado en la Nunciatura Apostólica en España, Francisco César García Magán, secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), compartió sus reflexiones sobre la significativa influencia del Papa Francisco y su conexión con España. Aunque expresa su esperanza por una visita que no se concretó, especialmente a las Islas Canarias, García Magán asegura que el Papa llevaba a España muy presente en su corazón.

Durante su intervención ante los medios, García Magán destacó que, a pesar de la ausencia física del Papa en el país, su interés y preocupación por la realidad española eran innegables. Afirmó que cada vez que los obispos españoles se reunían con él, era evidente su atención a los desafíos sociopolíticos y culturales que enfrentaba España. “El Papa tenía un profundo conocimiento de la situación de la Iglesia en España y de la sociedad en general”, expresó.

El portavoz de la CEE también se refirió a la posibilidad de que Francisco visitara Canarias, haciendo eco del deseo de los obispos de la región y del presidente canario por acoger su presencia. Sin embargo, lamentó que esa visita no se haya materializado, señalando que "los tiempos de Dios son diferentes".

Ante la pregunta sobre la futura elección de un nuevo Papa, García Magán comentó sobre la diversidad de opciones en el cónclave. Mencionó que hay espacio para elegir a un candidato que no necesariamente sea parte de los cardenales presentes, lo que añade un matiz interesante a la discusión sobre el futuro liderazgo de la Iglesia. “El escenario es amplio y hay cardenales españoles legítimamente involucrados en esta elección”, aclaró.

El portavoz episcopal remarcó su visita a la Nunciatura Apostólica como un acto de reconocimiento hacia el Papa Francisco, quien ha dejado una impronta de compasión y justicia social. “Su ministerio fue una voz profética, llena de acciones coherentes con su mensaje”, dijo García Magán, subrayando la importancia de su legado.

Además, destacó que el último acto del Papa, una bendición en la plaza de San Pedro y su visita a la cárcel Regina Coeli en Roma, reflejan su compromiso hasta el último momento. “Esperamos que el Señor lo haya acogido en sus brazos”, expresó con un tono de esperanza.

García Magán concluyó su intervención reiterando la visión del Papa Francisco de una Iglesia más inclusiva y acogedora, que busca acercarse a los más vulnerables. “Su mensaje ha resonado fuertemente en favor de los excluidos y los migrantes; ese rostro materno de la Iglesia es lo que nos ha dejado”, finalizó, pidiendo al Espíritu Santo que guíe a los cardenales en la elección de su futuro sucesor.