El Parlamento de Canarias destinará 1,1 millones de euros a la rehabilitación de un edificio histórico en Santa Cruz de Tenerife, cedido por el Ayuntamiento, para establecer las oficinas de la Diputación del Común en la isla.

Los detalles del proyecto fueron presentados por el Diputado del Común, Rafael Yanes, la presidenta del Parlamento, Astrid Pérez, el alcalde, José Manuel Bermúdez, y la arquitecta a cargo de la rehabilitación, Maribel Correa.

Yanes destacó que esta iniciativa proporcionará a la institución un "edificio público" en la capital, lo cual está relacionado con el compromiso del alcalde, pues había otras opciones en distintos municipios de la isla.

También elogió el trabajo del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, agradeciendo especialmente al antiguo secretario general, Luis Prieto, al concejal Dámaso Arteaga, al exdirector general de Patrimonio, José Julián Isturitz, y al equipo de la presidencia del Parlamento, tanto en la legislatura anterior como en la actual.

Recordó que la Diputación del Común comenzó su actividad de manera "muy modesta" hace 38 años, atendiendo a los ciudadanos en la casa del diputado, y ahora cuenta con oficinas en todas las islas y ha ganado "credibilidad" gracias al aumento en el número de quejas ciudadanas.

Sin embargo, Yanes aclaró que la sede oficial de la Diputación del Común seguirá siendo Santa Cruz de La Palma, según lo establece el Estatuto de Autonomía.

Pérez señaló que se cederá el edificio por un plazo de 50 años y resaltó la importancia de que la Diputación del Común tenga sede en Santa Cruz de Tenerife, además de contribuir a la rehabilitación del patrimonio histórico de la ciudad.

Bermúdez expresó su empeño en que la institución tuviera oficinas en la ciudad y considera que este edificio cumple con las "condiciones idóneas" para brindar un servicio de atención ciudadana digno.

El edificio tiene una superficie aproximada de 400 metros cuadrados y data de principios de los años 30.

La arquitecta detalló que el patio central, actualmente con poca iluminación debido a usos residenciales pasados, se convertirá en el corazón del edificio al ser dotado de mayor luminosidad.

La entrada se realizará por la Calle Castillo, donde se encuentra una antigua librería, para dar más prestigio a la sede. Se respetarán los espacios interiores del edificio y la arquitecta consideró que lo más complicado será instalar las telecomunicaciones, un ascensor, una escalera de evacuación y los sistemas de aire acondicionado y de protección contra incendios.

También se recuperarán gran parte de los elementos originales del edificio, pero se reforzarán. "La apariencia será la misma, pero en buen estado", agregó la arquitecta.