En la vibrante localidad de Yaiza, situada en la hermosa Lanzarote, se ha inaugurado un espectacular belén de 300 metros cuadrados que ha dejado boquiabiertos a los visitantes. Este magnífico montaje no solo recrea el nacimiento de Jesús, sino que también destaca varios de los lugares íconicos de la isla, entre los que resalta un volcán que expulsa humo, evocando la histórica erupción de 1830 en la zona de Timanfaya.

El Ayuntamiento de Yaiza ha compartido que esta impresionante obra fue creada por un talentoso equipo de trabajadores municipales: Pancho Ortiz, Aridane Cabrera y Orlando Caraballo. Su dedicación y creatividad han dado vida a un belén que va más allá de lo tradicional.

Inspirado en un manuscrito del antiguo cura de Yaiza, Andrés Lorenzo Curbelo, que narra la erupción volcánica de 1730, el belén incorpora elementos que simulan la columna de gases, el fuego y la lava del volcán, todo ello complementado con un espectáculo de luces y sonido que los visitantes pueden disfrutar cada tres minutos. Este enfoque innovador busca ofrecer una experiencia sensorial única que conecta la historia local con el misterio navideño.

En el acto de inauguración del belén, el alcalde de Yaiza, Óscar Noda, no escatimó elogios hacia el proceso creativo llevado a cabo por Pancho, Aridane y Orlando, destacando su arduo trabajo y el apoyo sólido de otros colegas municipales. Su esfuerzo conjunto ha dado lugar a esta magnífica obra que enriquece la cultura y el patrimonio de la comunidad.

Noda también recordó con cariño a Tito Viera, el icónico belenista que dejó un legado significativo y que formó a nuevas generaciones, siendo él quien inició la tradición de este portal sureño hace casi cuatro décadas.

Por su parte, Pancho Ortiz compartió su experiencia sobre el desafío que representó recrear la erupción del volcán, señalando que fue una idea arriesgada, y que inicialmente existían dudas sobre cómo se materializaría. Sin embargo, expresó su satisfacción al ver la respuesta positiva del público y la calidad del resultado final, destacando que esta obra es un regalo para su querido pueblo de Yaiza y para todos los habitantes de Lanzarote.