El Ministerio de Memoria Democrática ha rechazado la consideración de la obra de Juan de Ávalos como "excepcional y sobresaliente", desatando un debate sobre su relevancia artística y cultural.

En una reciente presentación ante la Dirección Insular de Planificación Territorial, Paisaje y Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife, el Gobierno central ha manifestado su oposición a la declaración del conocido 'monumento a Franco', ubicado en la intersección de la Avenida de Anaga y La Rambla de Santa Cruz de Tenerife, como Bien de Interés Cultural (BIC).

El Ejecutivo fundamenta su argumento en la ausencia de informes que justifiquen el carácter excepcional de la obra, tal como lo estipula la Ley de Patrimonio Cultural de Canarias para tales declaraciones. En las alegaciones, se afirma que conceder esta categoría a un bien sin los requisitos necesarios menoscaba la integridad del estatus BIC.

Además, el ministerio subraya el consenso entre instituciones académicas que concluyen que no hay elementos artísticos de peso en la obra de Ávalos. Un estudio de la Universidad de La Laguna califica a la escultura como "de escasa importancia" y subraya que su mención se limita mayormente al contexto del Valle de los Caídos, sin que su trabajo haya aportado nada considerado relevante en la literatura especializada.

El Museo de Historia y Antropología de Tenerife también ha emitido un informe negativo, señalando que carece de fundamentos artísticos o arquitectónicos protegidos por la ley. Por su parte, el Colegio Oficial de Arquitectos no ofrece valoraciones artísticas, sugiriendo en cambio un concurso para resignificar el monumento.

Desde la óptica del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, el monumento representa un elemento que contradice los principios de la memoria democrática. De acuerdo con la Ley 20/2022, vigente desde octubre de 2022, se afirma que tanto su resignificación como su preservación son incompatibles con la normativa actual.

En su análisis, la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel ha observado que, aunque la obra aporta una singularidad a la ciudad, no parece poseer un valor artístico excepcional. El área de Memoria Democrática ha argumentado que dicha monumentalidad no puede ser vista como un valor sobresaliente en sí misma.

Curiosamente, la única institución que ha defendido la categorización del monumento como BIC ha sido la Real Academia de Extremadura de las Letras y Las Artes. Sin embargo, su apoyo no menciona una excepcionalidad artística, sino que lo enmarca como un testimonio del contexto histórico-artístico, al tiempo que señala cómo la obra fue utilizada para respaldar el régimen de su tiempo.