24h Canarias.

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Destacados líderes políticos defienden la unión y prosperidad de las regiones autónomas ante aquellos que intentan fragmentarla.

Destacados líderes políticos defienden la unión y prosperidad de las regiones autónomas ante aquellos que intentan fragmentarla.

Los presidentes de Galicia, Alfonso Rueda (PP), Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page (PSOE), y Canarias, Fernando Clavijo (CC), han defendido la igualdad entre territorios y han resaltado el éxito del Estado de las autonomías establecido en la Constitución de 1978. Coincidieron en señalar que este modelo es un logro frente a quienes buscan romper la unidad de España. Los líderes autonómicos participaron en la mesa de presidentes del Foro La Toja-Vínculo Atlántico, moderada por Rocío Martínez, directora de la Fundación Felipe González.

García-Page destacó la pluralidad existente en España como una riqueza que no debe ser utilizada para dividir o romper la unidad del país. Ante un contexto político marcado por el posible apoyo de los independentistas catalanes a la investidura de Pedro Sánchez, el presidente castellanomanchego señaló que la unidad es garantía de igualdad entre todos los pueblos de España y que quienes buscan romperla lo hacen por motivos de privilegio. Manifestó sus dudas ante una eventual amnistía para los líderes del 'procés' y destacó la importancia de la monarquía en la facilitación de avances.

Alfonso Rueda afirmó que en la actualidad es impensable plantear la organización política de España sin las comunidades autónomas y destacó que las voces que hablan de recentralización son minoritarias. Destacó la gestión cercana de servicios públicos que permite el Estado autonómico y señaló que cualquier ruptura de la igualdad entre territorios pondría en serio riesgo esta estructura.

Fernando Clavijo abogó por un mejor encaje de Canarias y su singularidad en la estructura territorial. Afirmó que no hay política más desigual que tratar igual a los que son diferentes y reflexionó sobre la existencia de deudas históricas en otros territorios, incluyendo Canarias.

En cuanto a la reforma de la Constitución, los presidentes coincidieron en la necesidad de definir hacia dónde se quiere avanzar. Sin embargo, consideraron que el actual contexto político no es propicio para llegar a un acuerdo al respecto. García-Page demandó una política de armonización por parte del Gobierno central y abogó por colocar un filtro en las elecciones al Congreso de los Diputados para garantizar que los acuerdos que se alcancen afecten al conjunto del Estado.

Finalmente, Alfonso Rueda rechazó convertir el reparto de competencias en un debate numérico y abogó por considerar las reivindicaciones de las comunidades autónomas con sentido común.