En un reciente fallo del Juzgado de lo Penal Número 6 de Las Palmas, cuatro individuos han sido condenados por un violento incidente ocurrido el 28 de enero de 2023 en el campo de fútbol de Pedro Hidalgo, donde tras un partido entre el Pedro Hidalgo Unión Deportiva y el Club Deportivo Firgas, agredieron a varios jugadores, incluido el entrenador del Firgas, quien sufrió una puñalada en la mano.

La sentencia, emitida el 6 de marzo de 2025, establece una pena de dos años de prisión para el autor del ataque al entrenador, al que se le considera responsable de un delito de lesiones. Además, se le ha restringido la entrada a cualquier campo de fútbol en Gran Canaria durante los próximos cuatro años y deberá indemnizar a la víctima con 4.975 euros, según ha comunicado la oficina de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

Asimismo, otros tres agresores que intervinieron en el forcejeo tras el partido han sido condenados por lesiones leves. Dos de ellos recibirán una multa de 480 euros cada uno, mientras que el tercero, que tuvo un papel menor en los hechos, tendrá que pagar 180 euros por su participación en el ataque.

El violento episodio se desató tras el final del encuentro, que culminó con una victoria del Firgas por 1-2. A medida que los equipos se retiraban a los vestuarios, uno de los acusados lanzó un par de potentes puñetazos a un jugador del Firgas, provocándole una cervicalgia y una contractura que requirió atención médica en el transcurso de cuatro días.

La situación escaló rápidamente, cuando otro jugador del Firgas intentó intervenir y fue agredido a su vez por dos de los acusados, quienes lo golpearon en repetidas ocasiones, resultando en múltiples contusiones y una fractura en un dedo. Un tercer jugador también sufrió agresiones, resultando con contusiones en la zona lateral del torso.

Preocupado por el bienestar de sus jugadores, el entrenador del Firgas se acercó con la intención de calmar la situación. Sin embargo, uno de los agresores, armado con un objeto cortante, le asestó una puñalada que requirió once puntos de sutura y atención psicológica posterior debido a la gravedad de la herida.

Este incidente no solo ha dejado un hondo impacto en la comunidad deportiva, sino que también pone de relieve la urgente necesidad de abordar la violencia en el deporte, en especial cuando la agresión proviene de afuera de la cancha. El autor del ataque ya contaba con antecedentes, incluyendo una condena firme por amenazas, subrayando la importancia de medidas preventivas para garantizar la seguridad de todos los jugadores y aficionados en el ámbito deportivo.