El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, ha manifestado su preocupación por la situación en El Hierro, asegurando que se está convirtiendo en Lampedusa, y ha cargado contra la desidia del Gobierno central. En una entrevista concedida a Radio Nacional de España, Clavijo ha criticado las declaraciones del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien afirmó que las islas cuentan con recursos suficientes para gestionar la llegada de migrantes irregulares. Clavijo ha señalado que la falta de respuesta por parte del Gobierno demuestra que vive en otra realidad o en la mentira.

El presidente canario ha explicado que hace un mes se reunieron con el ministro para advertirle sobre lo que iba a ocurrir, pero parece que no ha tomado en cuenta sus advertencias. Además, ha destacado que los medios de comunicación documentan la situación de manera objetiva, por lo que resulta incomprensible que el ministro lo niegue. Clavijo ha señalado que la llegada de pateras y cayucos podría prolongarse hasta diciembre si continúan las condiciones de calma en el océano.

Desde el Gobierno canario, se busca aliviar la presión para proteger a la población herreña, pero Clavijo ha advertido que la situación podría desbordarse si no se toman medidas adecuadas. Ha afirmado que hay mucha presión en la isla, ya que en este mes ha llegado aproximadamente el 20% de la población insular, lo cual es alarmante. Además, ha criticado duramente el trato de los migrantes, que se ven obligados a dormir en el muelle, y ha invitado al ministro Marlaska a presenciar esta situación en persona.

El presidente canario ha pedido una mayor coordinación con el Gobierno central, a través de un mando único como en la crisis de los cayucos de 2006. Sin embargo, hasta ahora no ha recibido ninguna respuesta, más allá de las declaraciones de que todo está perfecto y de maravilla. Clavijo ha denunciado la falta de coordinación entre las autoridades estatales y las canarias, y ha insistido en la necesidad de derivar a los migrantes a la Península y Europa después de las primeras 72 horas.

Uno de los problemas más graves, según Clavijo, son los menores no acompañados. Ha criticado la falta de respuesta de la ministra Ione Belarra, quien no se pone al teléfono ni cumple con sus responsabilidades. Canarias tiene a más de 3.000 menores bajo su tutela y resulta imposible atender sus derechos sin la colaboración del Gobierno central.

Por último, Clavijo ha lamentado la falta de una política migratoria común en Europa, lo cual dificulta aún más la gestión de la atención migratoria. Ha destacado que Canarias no debe pagar el precio de la desidia de España y otros países europeos, y ha pedido una mayor coordinación para afrontar esta situación.