El Gobierno de Canarias ha decidido tomar medidas en relación al tabaco calentado y ha acelerado la confluencia fiscal del tabaco rubio y negro, creando un epígrafe específico para estos productos.

Según se establece en el proyecto de Presupuestos de la Comunidad Autónoma para el próximo año, a partir de 2024 se gravarán los productos de vapeo y los cigarrillos electrónicos en Canarias. La tasa impositiva será de 0,10 euros por mililitro.

Canarias se convierte así en la primera comunidad autónoma en aplicar impuestos específicos a estos productos, antes de que el Gobierno central lo haga de forma generalizada en el resto de regiones autónomas.

El archipiélago canario ha seguido las recomendaciones fiscales emitidas por la Unión Europea y el Gobierno central en relación a estos productos. De hecho, la mayoría de los países de la UE ya han legislado en la misma dirección, aunque con diferentes cantidades impositivas.

El objetivo del ejecutivo canario es dificultar el acceso a líquidos de vapeo y dispositivos de cigarrillos electrónicos, especialmente entre los jóvenes, para evitar que se inicien en este hábito. Según la última Encuesta sobre uso de drogas en enseñanzas secundarias en España (Estudes) 2023, el 54% de los estudiantes han probado alguna vez el cigarrillo electrónico, un aumento significativo respecto al 44,3% registrado en 2021.

En 2020, el Consejo de la UE emitió una recomendación sobre estos nuevos productos del tabaco, instando a los países miembros a actualizar su marco regulatorio para evitar la incertidumbre jurídica y disparidades regulatorias.

Todavía no se conoce el impacto de esta medida en la recaudación de Canarias, pero según un informe del Ministerio de Sanidad, en toda España los ingresos públicos podrían aumentar entre 7 y 48 millones de euros, dependiendo de las tasas impositivas elegidas.

El nuevo texto normativo canario establece una categoría específica para los líquidos de los cigarrillos electrónicos, y también para los productos de tabaco calentados, que ya estaban gravados fiscalmente bajo el epígrafe de 'demás labores de tabaco'.

En cuanto al tabaco calentado, se establece un impuesto de 28 euros por kilo. La mayoría de los países europeos ya aplican gravámenes similares, como Portugal, Francia, Finlandia, Austria, Bulgaria, Reino Unido, Suecia, Eslovaquia, Eslovenia, Rumanía, Polonia, Países Bajos, Estonia, Letonia o Grecia.

Además, el nuevo texto canario actualiza los impuestos para la mayoría de los productos relacionados con el tabaco. Por ejemplo, el gravamen para cigarros y cigarritos pasará del 2% al 4%, y para las demás labores del tabaco del 5% al 10%.

En el caso de los cigarrillos, se mantendrá un impuesto de 37 euros por cada 1.000 cigarrillos en general, pero aumentará a 63 euros cuando el precio de venta al público sea inferior al precio de referencia. También se acelerará el proceso de igualación fiscal del tabaco negro, que se completará en 2026 en lugar de 2030, como estaba previsto originalmente.

En relación al tabaco de picadura para liar rubia, se mantendrá un gravamen de 44 euros por kilogramo, que podrá llegar hasta los 70 euros si el precio de venta al público es inferior al de referencia. En el caso del tabaco de picadura para liar negra, el gravamen aumentará de 14 a 21 euros por kilogramo, llegando a los 51 euros por kilo en el caso de máxima gravación.