El Gobierno de Canarias ha aprobado un protocolo para mejorar el proceso de acogida de menores migrantes no acompañados en el archipiélago, garantizando el interés general de los menores y poniendo fin al desorden que ha existido hasta ahora. Este protocolo, publicado en el Boletín Oficial de Canarias, es vinculante para trabajadores públicos y ONG, y surge como respuesta a la emergencia migratoria agravada en las islas debido a la falta de medios materiales y personales de acogida.

Con el objetivo de asegurar la correcta identificación y documentación de los menores en el momento de su llegada a los servicios de acogida, el Gobierno canario busca evitar situaciones de ingreso sin plaza y problemas de identificación. Reconoce que ha habido cierto desorden en el proceso de entrega de menores por parte de la Policía Nacional a las entidades de acogida, sin un control directo de la administración autonómica ni una asignación clara por parte del Estado.

La falta de fotografías de reseña de los menores en los listados de entrega grupal ha llevado a confusiones de identidad, y el Gobierno considera crucial realizar entrevistas individualizadas con conocimiento del Ministerio Fiscal. La nueva crisis migratoria en Canarias ha evidenciado las debilidades del sistema, por lo que se hace necesario protocolizar las actuaciones de la Comunidad Autónoma y las entidades colaboradoras de acogida y protección de menores.

Es fundamental que los menores sean identificados, inscritos en el Registro de Menores Extranjeros No Acompañados (RMENA) si es necesario, y asignados a un lugar de acogida con resolución administrativa individualizada. La recepción de los menores por parte de la Comunidad Autónoma se realizará en las comisarías de la Policía Autonómica de Canarias o en lugares habilitados para tal fin, una vez se haya confirmado la disponibilidad de plaza.