SANTA CRUZ DE TENERIFE, 24 de octubre. La situación de salud pública en Canarias se ha visto afectada por un brote de sarampión que ha incrementado su cifra de casos a ocho en La Palma, de acuerdo con el Servicio Canario de Salud. Este aumento se produce tras la notificación inicial de tres casos hace pocos días.

Los cinco casos adicionales incluyen a dos menores en La Palma y tres adultos en Tenerife. Uno de estos últimos es un caso que había sido reportado anteriormente, pero que ahora ha sido confirmado como parte del vínculo epidemiológico con el brote en La Palma, tal como ha indicado la Consejería de Sanidad en un comunicado.

Hasta el momento, todos los afectados presentan síntomas leves y se encuentran en un estado de salud que no reviste gravedad. Los tres primeros casos reportados forman parte de un grupo que incluye a una persona vacunada, un profesional de la salud y un menor que no había recibido la vacuna y que tuvo contacto con el caso índice en una situación de riesgo.

Ante esta situación, la Dirección General de Salud Pública ha activado de inmediato los protocolos para evaluar, hacer un seguimiento y controlar a los contactos de los casos confirmados. Se está en constante comunicación con la Gerencia de los Servicios Sanitarios del Área de Salud de La Palma para mitigar la propagación del virus.

En lo que va de 2024, las Islas Canarias han reportado siete casos de sarampión, de los cuales cinco eran importados y dos de origen desconocido. El año siguiente, se registraron otros dos casos, y más allá de estos, se han dado algunos episodios de sarampión leve debido a la vacunación, pero que no han tenido complicaciones graves.

La autoridad sanitaria ha subrayado la crucial importancia de completar las dos dosis del calendario de vacunación para el sarampión, lo que ayuda a proteger no solo al individuo sino también a aquellos que no pueden vacunarse. Esta medida se considera esencial para frenar la transmisión del virus en la comunidad.

Desde el Gobierno canario se recuerda a la ciudadanía que la vacunación es el método más seguro para prevenir el sarampión, insistiendo en que la primera dosis se administra a los doce meses y la segunda a los tres años. Actualmente, se estima que el 95% de los niños canarios reciben adecuadamente la primera dosis en su primer año de vida.

Es aconsejable que los adolescentes y adultos que nacieron a partir de 1978 y que no han pasado la enfermedad o no tienen el registro de haber sido vacunados, se informen para recibir la vacuna triple vírica.

En España, el calendario de vacunación infantil incluye la protección contra el sarampión desde 1975, y se ha visto incrementada la eficacia de esta estrategia mediante la introducción de una segunda dosis en 1996, lo cual ha permitido reducir de manera drástica la incidencia de esta enfermedad en el país.

A partir del año 2001, España se adhirió al objetivo de eliminación del sarampión propuesto por la OMS, con un plan que incluye el fortalecimiento de la cobertura de vacunación y vigilancia para identificar y controlar cualquier brote de inmediato.

A pesar de que España fue declarada libre de transmisión endémica del sarampión en 2017, recientemente se han reportado 142 casos en diversas comunidades autónomas, todos vinculados a importaciones, lo que indica que el riesgo persiste y que se deben mantener vigilantemente los controles de salud.

El sarampión, aunque generalmente benigno, puede causar complicaciones serias y es altamente contagioso. Comienza con síntomas como fiebre y tos, seguida de un característico sarpullido. La prevención a través de la vacunación es, por tanto, fundamental para evitar que resurjan brotes que podrían resultar fatales.

El aumento en la incidencia de sarampión a nivel mundial, incluso en países donde había sido erradicado, se ha relacionado con la desconfianza en la vacunación. Un trágico ejemplo se evidenció en Texas, EE. UU., donde se reportó la muerte de un niño no vacunado debido a esta enfermedad prevenible.

Desde la Dirección General de Salud Pública, se hace un llamado a que los padres verifiquen si sus hijos de cuatro años han recibido las dos dosis de la vacuna y, en general, a todos aquellos nacidos después de 1978 que no tengan constancia de su vacunación, que consulten a sus centros de salud para recibir la protección adecuada.

Finalmente, es crucial que el personal sanitario esté completamente inmunizado, ya que representa una parte importante en la difusión de casos, y su protección es vital para mantener el control sobre el sarampión en la población.