Astrid Pérez propone abolir dietas parlamentarias y establecer un sistema de facturación de gastos en Canarias.
La presidenta del Parlamento de Canarias, Astrid Pérez, ha expresado su firme desacuerdo con el sistema de dietas que reciben algunos diputados de Tenerife, especialmente aquellos que residen a tan solo "veinte minutos caminando" de la sede parlamentaria. Su declaración, realizada durante una entrevista en 'Radio Club Tenerife' y reportada por Europa Press, plantea un cuestionamiento sobre la equidad en la remuneración de los representantes electos.
Pérez, quien aclara que su postura es una "opinión personal" dado que el régimen de dietas está estipulado en el reglamento del Parlamento, señala que la responsabilidad de este asunto recae en la Mesa del Parlamento, donde ella se siente "solita". La controversia surge tras una reciente subida de dieta acordada en julio, la primera en más de una década, que se tomó en consideración ante el aumento de los costos en servicios que utilizan los diputados, como el alojamiento y la restauración.
En sus declaraciones, la presidenta subrayó la importancia de un salario "digno" para los diputados, quienes dedican innumerables horas a sus funciones. Sin embargo, enfatiza la incongruencia de que los diputados tinerfeños perciban dietas cuando muchos de ellos pueden desplazarse al Parlamento a pie, mientras que aquellos que residen en otras islas enfrentan mayores dificultades económicas para cubrir sus gastos.
Pérez afirma que no debe haber "diputados de primera y de segunda" en función de su lugar de residencia, abogando porque todos tengan los mismos derechos y condiciones. Destaca que la situación actual permite que algunos diputados, especialmente los de Tenerife, reciban remuneraciones adicionales que aumentan su salario simplemente por su ubicación geográfica.
La presidenta ha planteado un ejemplo concreto: "Estamos pagando dietas a los diputados de Tenerife por comer, cenar, desayunar y alojarse fuera de su casa y está a 20 minutos caminando del Parlamento". A su vez, abre la posibilidad de conservar este régimen de dietas para diputados que residen en otros lugares distantes de la isla, quienes sí enfrentan costes significativos.
Además, critica el sistema de compensaciones que permite que algunos diputados de islas como La Gomera, Fuerteventura y El Hierro tengan que complementar sus salarios para cubrir gastos esenciales, mientras los de Tenerife se benefician de un régimen que, en su opinión, está desbalanceado. La presidenta pone de relieve las diferencias económicas que emergen a partir de estas políticas, sugiriendo que los diputados tinerfeños, al residir tan cerca, obtienen un beneficio que no es justo para sus colegas de otras islas.
En un ejercicio de reflexión, la presidenta compara la situación actual con la de su predecesor, Gustavo Matos (del PSOE), preguntándose cuánto cobraría un presidente que residía en la misma ciudad donde trabaja y cómo eso afecta la percepción pública de la equidad en el Parlamento.
"No estoy de acuerdo con las dietas, las quitaría", reiteró con firmeza Pérez, al mismo tiempo que señaló que la reciente subida de dietas, que ha visto un incremento del 131% solo en septiembre, debería ser revisada con rigor, ajustándose a los incrementos en el costo de la vida.
La mandataria compartió su experiencia personal, recordando que en 2011 pagaba 15 euros por un taxi de ida y vuelta desde el aeropuerto hasta el Parlamento, mientras que el costo actual es de 21 euros; además, resalta que los precios de los hoteles se han disparado, pasando de 50 o 60 euros a 110 euros por noche.
Frente a esto, aboga por establecer un sistema basado en facturas por los servicios prestados, aunque reconoce que podría resultar más costoso para las arcas del Parlamento, lo que plantea un dilema sobre la viabilidad económica de tal medida. "Vamos a cobrar todos igual, todos. Y después vamos a poner el Parlamento que nos pague la factura. ¿Que saldremos más caros, evidentemente?", se cuestiona.
Por último, Pérez lamentó que el Parlamento carezca de una vivienda en propiedad para sus presidentes que no residan en Tenerife, subrayando que este es uno de los pocos parlamentos que no cuenta con dicho recurso. Actualmente, elige alquilar un espacio que paga con su salario, y reveló que en septiembre no cobró más de 13.000 euros, una cifra que incluye su salario básico y las dietas correspondientes que han sido motivo de su crítica.
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